Cómo organizar cada mes tus Finanzas
Me llega un SMS al móvil. Es del banco…: “Su cuenta tiene un descubierto de… €”. “¡¡¡Y no estamos ni a final de mes!!! ¿Qué ha pasado? ¡Si este mes no había gastado tanto!”
Pero ¿seguro que no has gastado tanto...? A veces es complicado contenerse en gastar más de lo necesario.. La gran oferta de productos en el mercado y la facilidad para adquirirlos a crédito ha hecho que compremos algunas veces de forma compulsiva y que las deudas afecten en gran medida a nuestra economía.
Una cosa está clara. Estar organizado te ayuda a ahorrar.
Si te organizas, ahorras.
Estar organizado y llevar cada mes un control de tus finanzas, con un segumiento de tus ingresos y tus gastos, es fundamental para conseguir pagar tus deudas, quizá ahorrar un poquito y vivir un poco más tranquilo. Ello conlleva además muchas otras ventajas, como estar más sano. Y ¿por qué? Dirás… Pues porque, por ejemplo, si no has previsto con antelación qué haces hoy para cenar y no dispones en casa de los ingredientes necesarios para preparar un menú equilibrado, acabarás saliendo a cenar fuera a algún lugar de comida rápida, pidiéndote pizza a domicilio o llevándote a la boca cualquier cosa que tengas en la nevera. Aparte del gasto extra que supone, también suele suponer ingerir un exceso de calorías. Y si esta situación se repite con demasiada frecuencia, sufrimos exceso de peso y otras problemas de salud que van a implicar malestar físico y mental (nos sentimos culpables) y todavía más gastos y tiempo para solventar esta situación (médicos, dietistas, compra de medicación etc..).
Es cuestión de hacer números: si los días laborables comes fuera (y no tienes los consabidos ticket restaurante) a 10 € el menú, puede suponer al año un gasto de 2.000€. Si vives en pareja y los dos hacéis lo mismo, son 4.000€ al año. Pero si te llevas la comida preparada de casa, aparte de ser mucho más sano, te ahorrarás una buena cantidad todos los meses. Imáginate que vacaciones podrías disfrutar con una buena parte de ese ahorro.
Estar organizado te puede ayudar a ahorrar de otras muchas maneras. Estos son sólo algunos ejemplos de situaciones que suponen gastos que podríamos evitar con una buena organización de nuestras cosas y de nuestro tiempo:
- ¿Compras cosas dos veces porque no las encuentras? Todo suma y el coste de una nueva herramienta, unas bombillas, pilas, material de oficina, etc... que repones porque no lo encuentras cuando lo necesitas puede llegar a ser muy alto.
- ¿Cuánto pagas al mes por retrasos, por multas de aparcamiento al no llevar suficientes monedas contigo para el parquímetro o por ir justo de tiempo? ¿Y los Taxis que coges por salir demasiado tarde de casa y que en transporte público o caminando te supondrían un ahorro?
- ¿Cuántas veces dejas ropa mal colgada o tirada, o que se te mancha y que debes llevar al tinte con más frecuencia de la deseable? Piensa en lo que te ahorrarías de tintorería si fueras un poco más organizado con el cuidado de la ropa.
- ¿A cuántas revistas estás suscrito que luego nunca lees? ¿A cuántos gimnasios te has apuntado a los que luego no vas? ¿Cuántos libros te compras para leerlos en el futuro pero ese futuro nunca llega?
¿Es absolutamente necesario?
Muchas veces nos dejamos llevar y gastamos en caprichos. No compres nunca algo simplemente porque esté de oferta. Cuando vayas a comprar algo pregúntate siempre antes ¿Es absolutamente necesario? Si vas a comprar leche para el desayuno, la respuesta es obvia… Sí. Pero si en el estante del supermercado lo que ves son unas galletas de chocolate rellenas de naranja a 2,50 € el paquete, la respuesta ya no es tan obvia. Verdaderamente puedo vivir sin ellas. Seguramente suponen un exceso de azúcares y conservantes que son mejores evitar, y que hacen que la factura del supermercado se multiplique por dos. Y... ¿Cuántas veces vas al súper cada mes?
Reservate los periodos de ofertas o rebajas para adquirir sólo aquellos productos básicos y atemporales que sí utilizamos con frecuencia.
Cuidado con las compras online
Aunque es una opción muy recomendable ya que supone un ahorro considerable de tiempo y de dinero y te permite comparar distintas ofertas con facilidad, comprar a golpe de click es también muy tentador. Si lo haces habitualmente ten en cuenta lo siguiente:
- Hazte de nuevo la pregunta: ¿Es absolutamente necesario?
- Compra sólo con un propósito y no por capricho.
- Pregúntate si de todas las opciones es la mejor en cuanto a calidad/precio.
- Ten en mente siempre un presupuesto y no te pases de él.
- Asegurate de los gastos de envío y la política de devoluciones relacionados antes de confirmar la compra.
- Antes de darle al click, vuélvetelo a pensar, date un tiempo, una semana, y si luego sigues pensando que lo necesitas, cómpralo. La mayoría de las veces veras que no era tan necesario.
Controla tus gastos e intenta ahorrar.
Aquí unas sugerencias para llevar el control de tus finanzas:
- El día 1 de cada mes haz balance de tus gastos del mes anterior, o mejor aún, cada día apunta lo que te vas gastando. Para ello puedes utilizar una simple hoja de Excel e ir introduciendo cada gasto por categoría.
- Conviértelo en una rutina.
- Gracias a internet tenemos muy a mano todos los ingresos que recibimos y los gastos que se cargan a nuestro banco y los que realizas con tu tarjeta de crédito.
- Revisa una a una cada categoría y pregúntate a ti mismo en cuál puedes reducir gastos. Algunas son fijas y difíciles de disminuir como la hipoteca. Pero podrías rebajar el gasto en salir a comer fuera, en supermercado, en belleza, en utensilios inútiles para la casa, en regalos, en seguros y ¡¡¡ en comisiones bancarias!!! Hace unos meses conseguí bajar un 50% el seguro de la casa con una simple llamada a la compañía de seguros. Pero hay que ponerse, organizar tus pólizas, leérlas y hacer un esfuerzo.
- Señala los gastos que te sorprendan y tenlo en mente para evitarlos.
- Dentro de lo posible, ponte una objetivo de ahorro cada mes e intenta llegar a él como sea, aunque sea pequeño. Puedes dar una orden al banco para que cada mes envíe una pequeña cantidad a tu cuenta de ahorro. Irás acumulando a parte casi sin darte cuenta.
- Evita financiar tus compras a crédito. A menos que se te estropee la nevera y no dispongas de líquidez, sabemos que en situaciones de este tipo no hay más remedio. En general, si no lo puedes pagar hoy, no lo compres. Los intereses que vas a pagar son altísimos.
- Proyecta tus gastos de meses posteriores para planificar los que pueden llegar (el seguro del coche, el IBI, el colegio de los niños, incluso las vacaciones…). Si conoces tus gastos futuros podrás preveer y anticipar a ellos.
No es una cuestión de dinero. Es una cuestión de estilo de vida
En realidad no necesitamos tantas cosas, ¿verdad? ¿En serio que te pones todos los pares de zapatos y todas las camisas que tienes? ¿Seguro que necesitas otro par de zapatos? Piénsalo.
Igual disfrutas más con las experiencias que puedes vivir: saliendo con los amigos, pasando un fin de semana con tu pareja o tus hijos, disfrutando de una tarde en un spa, o leyendo un libro de la biblioteca que luego devuelves, es gratis, y no ocupa espacio físico pero sí permanece en tu memoria.
Las experiencias tienen la ventaja de ser normalmente un poco más baratas y ¡de no acumularse en casa! Pruébalo. Al final la felicidad nos la dan los buenos recuerdos.Son los momentos vividos y no los objetos tenidos. ¿Quién se acuerda de ese jersey de 80€ que te compraste hace ocho meses y que te has puesto dos veces? Sin embargo, ¿verdad que te acuerdas de la tarde en la sierra o en la playa que pasaste con tus amigos la primavera pasada? Y contando lo gastado en transporte y en el picnic ¿no salió mucho más barata?
¡Conoce más trucos prácticos sobre cómo organizarte mejor para controlar tus gastos!
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